La sexualidad como necesidad vital
La sexualidad es una necesidad vital para toda persona. Es una parte esencial de su identidad y de su desarrollo personal. La sexualidad abarca, por ejemplo, componentes biológicos, sociales y emocionales. Tiene aspectos positivos como la ternura, la sensación de seguridad, el experimentar el deseo y la satisfacción. También tiene aspectos negativos como el uso de la violencia y el ejercicio del poder.
Las personas viven y experimentan la sexualidad de formas diferentes en función de su edad y de su situación vital. Es una parte importante del modo de vivir de todas las personas.
La salud sexual
La sexualidad y la salud están estrechamente relacionadas. El concepto de la «salud sexual» (según la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS)) tiene una buena explicación:
el concepto de «salud sexual» describe el bienestar de la persona en relación a su sexualidad. En este sentido no nos referimos solo al bienestar físico, sino también al bienestar emocional, mental y social. Por tanto, no se trata de que una persona no tenga una enfermedad o alguna otra forma de limitación.
Condiciones para la salud sexual
Las condiciones para la salud sexual son un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener relaciones sexuales seguras y placenteras sin obligación, discriminación ni violencia.
Para poder conseguir y mantener la salud sexual, deben respetarse y protegerse los derechos sexuales de todas las personas.