Todas las personas, con independencia de su sexo, tienen, en Alemania, los mismos derechos y deben someterse a las mismas leyes.
En Alemania está prohibido perjudicar o discriminar a las personas por ser hombre o mujer. Eso significa que todas las personas deben tener en todas sus facetas vitales las mismas oportunidades en el ámbito personal, laboral y familiar. Por ejemplo, todas las personas, sin importar el sexo que tengan, tienen derecho a:
- ir a la escuela
- decidir por sí mismas qué profesión quieren aprender
- decidir por sí mismas si quieren casarse
- decidir por sí mismas si quieren tener hijos.
La ley general de igualdad de trato
Esta ley tiene el objetivo de evitar que las personas se vean perjudicadas o discriminadas por su pertenencia a un grupo étnico, por su origen, por su sexo, por su religión o por su ideología, por una discapacidad, por la edad o por su orientación sexual o su identidad sexual.
Ayuda y apoyo
En muchas empresas, administraciones y departamentos oficiales alemanes hay oficinas de denuncias. Las personas responsables de estas garantizan que hombres y mujeres reciban un trato igualitario. Estas personas también pueden ayudar si alguien se siente perjudicado/a o discriminado/a, por ejemplo, por su origen, por su color de piel o por su religión.
Si alguien lo/a discrimina por razón de su sexo, busque ayuda en un centro de asesoramiento.