Puede que se encuentre con distintos problemas en una relación. Por ejemplo:
- tener distintas opiniones o expectativas;
- no sentirse respetado por su compañero/a;
- enamorarse de una tercera persona;
- usted o su pareja sienten celos;
- violencia de pareja;
- ya no estar enamorado.
La rutina en la relación puede constituir un problema, pero no tiene por qué serlo. Para algunas personas hace que la relación sea más sencilla y estable.
Dificultades mentales o físicas o una enfermedad pueden provocar problemas en una relación.
Los problemas en la relación con frecuencia generan problemas sexuales, o al revés.
Si tiene problemas en la relación, puede hablar con su pareja o alguien en quien pueda confiar. En caso necesario, también puede buscar ayuda profesional. Lleva tiempo solucionar un problema en la relación. Si no puede superar los problemas después de trabajar en ellos durante largo tiempo, puede considerar la posibilidad de separarse o divorciarse si están casados.