Después de un período de sentimientos intensos de estar enamorado/a, es normal sentir menos excitación. Los miembros de la pareja se conocen mejor y se acostumbran a la relación. Estar juntos se puede convertir en una rutina.
Para algunas personas, la rutina constituye un problema, a otras les puede proporcionar un sentimiento de calma y confianza. Conocerse bien y acostumbrarse al otro también puede proporcionar un sentimiento de estabilidad y seguridad.
Si cree que la rutina es un problema, pregúntese:
- ¿Por qué mi relación es rutinaria: cuáles son mis expectativas? ¿Qué quiero cambiar y qué quiero hacer al respecto?
- ¿He hablado sobre mis expectativas con mi compañero/a?
Si su compañero/a conoce las cosas que quiere que cambien, pueden tratar de encontrar soluciones juntos. Esto puede hacer que su relación sea más intensa. Reserven tiempo para el otro y traten de hacer nuevas actividades juntos. Por ejemplo: salgan juntos si cree que pasan demasiado tiempo en casa, prueben algo nuevo si siente que su vida sexual es aburrida. Puede ser excitante y divertido.
Cambiar la rutina no significa tener que finalizar la relación ni buscar la excitación fuera de la relación. Pregúntese qué es lo que quiere realmente.
Ser padres puede cambiar la relación con su pareja. Encuentren tiempo para el otro.