Mutilación sexual femenina
En algunos países se mutilan los genitales de las niñas y las mujeres. Se les extirpa el clítoris y, en ocasiones, también parte de los labios vaginales internos. A veces también se cosen los labios entre sí. Tras esta mutilación, a las niñas o mujeres solo les queda una pequeña abertura en la vagina para el paso de la orina y otras secreciones. A menudo, tras la intervención se producen infecciones y hemorragias. Muchas mujeres circuncidadas sienten menos deseo sexual y experimentan dolor durante el sexo. La circuncisión femenina puede provocar problemas de salud incluso un tiempo después de que se lleve a cabo. En Europa, la mutilación genital femenina está prohibida por la ley.