Cadena de cobre
La cadena de cobre es un método anticonceptivo. Se trata de un dispositivo que el ginecólogo o la ginecóloga coloca en el interior del útero. La cadena de cobre puede permanecer colocada unos cinco años: pasado ese tiempo hay que sustituirla.
La cadena de cobre tiene cuatro o seis eslabones de cobre. El ginecólogo o la ginecóloga determina cuál es el tamaño más adecuado. La fiabilidad anticonceptiva de la cadena de cobre es similar a la del DIU de cobre.
El cobre no es una hormona, pero provoca cambios en la mucosa uterina que impiden que los espermatozoides penetren en el útero. Además, hace que los espermatozoides sean más lentos. En caso de que se llegara a producir una fecundación, impediría la implantación del óvulo. La cadena de cobre no protege frente a las infecciones de transmisión sexual (ITS) como el VIH. Solo un preservativo (condón) puede proporcionar esa protección.